Tengo Endometriosis, ¿qué he aprendido con la psicoterapia?
Psicoterapia y endometriosis van siempre de la mano. La endometriosis es una enfermedad compleja que la psicoterapia ayuda a comprender un poco mejor.
Un poco sobre mi historia
En mi familia siempre ha habido un estigma alrededor de la psicoterapia. Por parte de mi familia paterna, ha habido casos de suicidio y ciertas afecciones de la mente. Por ese lado, entendía que sólo era necesario ir a un psiquiatra en caso de necesidad, pero no a un psicólogo.
Por parte de mi rama materna, la cosa era distinta. Las mujeres de mi familia siempre hemos sido personas fuertes y autosuficientes. No se concebía mostrar nuestras debilidades de alguna manera. Siempre “estábamos bien” aunque estuviésemos mal. Quiero achacar esa positividad a mi personalidad, pero aún ahora no comprendo muy bien si cuando digo que estoy bien, a pesar del intenso dolor que me provoca la endometriosis, es porque no quiero molestar a nadie con mis problemas.
Pero un día decidí que ya era demasiado tiempo sin pedir ayuda. En mi familia siempre me han apoyado, tiramos hacia la codependencia que enmascaramos con amor, porque nos queremos mucho. Siempre me he considerado la oveja negra en ese sentido, soy tremendamente independiente. Esto ha sido algo que me hizo retrasar la decisión de empezar a hacer sesiones de psicoterapia. Quizás demasiado.
¿Qué he aprendido gracias a la psicoterapia?
He aprendido demasiadas cosas como para explicarlas en un sólo post, pero voy a empezar por la más importante. He aprendido a hacerme caso. Siempre he tenido una intuición muy buena para lo que realmente le conviene a mi cuerpo y gracias a la endometriosis, sé exactamente lo que le viene bien o no le viene bien.
Siempre he pensado que si iba a psicoterapia sería para que me confirmara lo que ya sabía de mí misma. Y así ha sido en parte. La gran diferencia es que hay alguien que sigue tus pasos, que te apoya emocionalmente y valida eso que ya sabes. Esa validación, para mí, ha sido exactamente lo que necesitaba para hacerme caso. Sé, por otras mujeres con endometriosis, que esa validación es de vital importancia. Muchos de los ginecólogos que nos hemos encontrado por el camino no hacían más que invalidar nuestro dolor, nuestras emociones y, por ello, nuestra vida en general.
Con hacerme caso me refiero a cosas como decir que no, cuando realmente quiero decir que no. Quitarme miedos ridículos a cosas que anticipaba…otra de las grandes palabras de la psicología: Anticipación. Esa que todo lo destruye antes incluso de que pase.
Ser asertiva y exponer claramente lo que quiero me ha permitido no depender de la necesidad de no incomodar a los demás, sino pensar en mí primero. Parece algo egoísta para muchas de nosotras, las mujeres. Sé que también les ocurre a los hombres pero, por experiencia, a nosotras nos pasa demasiado. Esa sensación de estar haciendo algo malo por quererte, por mimarte.
El caso es que yo siempre me he sentido bien cuidándome y queriéndome. La diferencia es que anteponía las necesidades de los demás a las mías.
La importancia de encontrar al psicoteropeuta perfecto para ti
Lo mejor de la psicoterapia en mi caso es que encontré en un sólo intento a la persona que necesitaba en mi vida, Emma Ribas. En la clínica de especialistas de endometriosis reproducían un vídeo de ella hablando del Mindfulness, algo que yo ya conocía desde hacía tiempo. Su calma explicando una técnica tan común en mi vida como era la meditación, me atrajo y recordé su nombre. Unos meses después, en medio de una crisis muy complicada en mi vida, decidí llamarla. Sin darme cuenta había encontrado a uno de los pilares en mi vida. Porque sinceramente creo que cuando tienes endometriosis, hay dos personas imprescindibles.
La primera, un buen médico formado pero, sobre todo, que sepa escucharte. Muchas veces, no se trata simplemente de escuchar lo que dices, sino de saber leer entre líneas.
La segunda, un buen psicoterapeuta que haga exactamente lo mismo. Conozco gente que ha tenido experiencias que les hacen abandonar la terapia. A esas personas las animo siempre a seguir buscando. La psicoterapia es como cualquier otra cosa, no todo vale para todos. Hay que encontrar el tuyo, como ocurre con los médicos. En mi caso, tardé mucho más en encontrar a mi ginecólogo que a mi psicoterapeuta. Por lo cual estoy tremendamente agradecida.
En cuanto a la endometriosis en sí, ahora entiendo que la mayoría de mis síntomas, aunque son físicos, provenían del estrés y la ansiedad que tenía. Y lo digo en pasado, porque después de 3 años trabajando mano a mano con Emma, el estrés y la ansiedad son una parte mínima de mi vida. Pase lo que pase.
En momentos difíciles, sus palabras y las herramientas que me ha ofrecido siempre son de utilidad. Aunque el estrés y la ansiedad siguen ahí, sé detectarlos a tiempo y eso me ayuda a tener menos dolor y llevar una vida mucho más “normal”. Algo que todas las diagnosticadas de Endometriosis anhelamos más que nada.
Artículo escrito por una paciente que sufre Endometriosis.
Te animo a reflexionar sobre ello y espero que te sean útil estas aportaciones.
Y si tienes cualquier duda, no dudes en contactarme o poner tu comentario en este post.
Estaré encantada de ayudarte en lo que haga falta.
El equipo de Psicología Online de la Dra Emma Ribas utilizamos un método proactivo en el que vas a integrar herramientas para que puedas conseguir tus objetivos lo antes posible, llevándote a una vida más consciente, saludable, libre y feliz!
Máster en Terapias Contextuales