¿VIVES LA SEXUALIDAD COMO UN TABÚ?
¿LO HAS EXPERIMENTADO?
¿QUIERES VIVIR UNA SEXUALIDAD PLENA Y CONSCIENTE?
Víctor Coutin, fundador de “Aire Fresco” y la Dra. Emma Ribas, psicóloga especialista en sexología, nos hablan de los tabús sexuales que tenemos integrados en nuestra sociedad.
TABÚES SEXUALES
Actualmente, se está normalizando cada vez más la sexualidad, pero aún alberga algunos tabúes.
En nuestra sociedad donde todos estamos aparentemente felices, se supone que nuestras relaciones íntimas también lo son.
Al no ser así, surgen disfunciones sexuales vividas en silencio como la eyaculación precoz o la falta de deseo entre otras. Pero aceptar nuestra identidad sexual es el reto más importante.
Estos impedimentos nacen en la falta de educación sexual, ya que solo se enseña la reproducción y no de relaciones a nivel afectivo-sexual.
Esta falta de conocimientos provoca incertidumbre y malas prácticas.
Uno de cada cinco niños es abusado durante la infancia y de este uno, el 80% es intrafamiliar.
Uno de los principales motores para evitar este comportamiento es la prevención desde la educación sexual.
Evitar el abuso sexual infantil desde la educación sexual.
TABÚES E HIJOS
Es muy habitual que los padres crean que hay un tema o una edad concreta para hablar de sexualidad, pero no hay fecha ni conversación específicas para ello.
No hay nada obsceno en que un niño descubra su cuerpo y se toque, es algo natural en un proceso de experimentación. Hablar del tema no significa especialmente acelerar el proceso, pero tampoco retrasarlo.
Pasará en algún momento y lo mejor es que los padres muestren su apoyo.
Se les debe enseñar que solo se pueden tocar ellos y quien ellos quieran.
Además de fomentar la autoestima de su propio cuerpo y sexualidad, deben aprender a tener sus propios gustos y sentirse seguros.
Abordar el tema des del miedo no es la solución.
Lo mejor que pueden hacer los padres es trabajar en su propia sexualidad para naturalizarla y que sirva de ejemplo. De este modo los niños conocerán el buen comportamiento de una relación.
FALTA DE FRANQUEZA
Las fantasías sexuales son algo normal que muchas veces tenemos miedo a compartir. Antes de comunicarlas, tenemos que valorar lo que queremos contar y lo que no y abordarlo delicadamente teniendo en cuenta los valores de la pareja. Es importante recordar que hay deseos que no hace falta expresar, cada uno puede tener sus intimidades.
Guardarse los deseos, al cabo del tiempo, puede provocar desazón. Si queremos evitar que esto pase, podemos explicar nuestros deseos más íntimos, pero solo sobre una base de confianza y transparencia.
MONOTONÍA
La monotonía es un grave problema y para romperla se debe usar la comunicación y regar la planta de la relación. Cuando una pareja se conoce, la planta está florecida porque le dedicamos gran cantidad de esfuerzo.
Sin embargo, con el tiempo, priorizamos otras áreas de la vida que nos arrastran a la rutina.
El hábito crea más intimidad, pero a la vez menos deseo de mantener relaciones.
Dedicar tiempo a cuidar la pareja y tener momentos para sorprenderla con algún detalle es uno de los mejores consejos.
FIN DE LA RELACIÓN
No existe ningún punto de quiebra que nos indique que una relación está acabada. Se puede mejorar y restaurar renovando la confianza desde la transparencia.
Sobre unas malas bases, la relación se destruye y en el proceso nos hace daño.
¿La infidelidad supone el fin de nuestra relación de pareja?
La infidelidad supone el fin de nuestra relación antigua con la pareja, pero abre la posibilidad de tener una nueva relación con esa misma persona. Cuando hay una infidelidad dentro de la pareja se tiene que valorar si queremos seguir juntos y crecer fuertes o separarnos por el bien de los dos.
Explorar una sexualidad sana y trabajar desde la solución para ser nosotros mismos, nos ayuda a dar un paso más hacia delante.
Es la SEXUALIDAD CONSCINTE, es vivir en consciencia plena.