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«yo no lo necesito».

Después de más de 15 años ejerciendo como psicóloga y sexóloga clínica, he constatado que muchas de las mujeres que atiendo en la consulta no conocen su propio cuerpo y que algunas de ellas ni siquiera se plantean la necesidad de conocerlo; una frase muy recurrente es «yo no lo necesito».

Hemos de dejar de vivir la sexualidad desde la presión por satisfacer al otro

Sin embargo, quieren aprender a tener orgasmos en pareja, con lo que viven su sexualidad desde la presión por satisfacer al otro y sin buscar el propio placer.

La masturbación femenina  un tabú

La masturbación femenina sigue siendo un tabú para muchas mujeres; una gran mayoría de ellas la practica a escondidas, en silencio.

La salud sexual parte de la autoexploración natural desde la infancia, lo que contribuye al desarrollo de conexiones neuronales encargadas de conectar el centro del placer del cerebro con los genitales; una autoexploración que ha sido muchas veces castrada.

Es importante tener en cuenta que hombres y mujeres tenemos cerebros diferentes y nos estimulamos de forma diferente; por lo tanto, la mujer se tiene que conocer a sí misma para poder guiar a su pareja.

El porno hemos de  romper con este el modelo sexual

Lamentablemente, el porno ha sido el modelo sexual del que se ha alimentado nuestra sociedad, donde la mujer es tratada como un objeto, de manera que no se tienen en cuenta ni sus necesidades ni su proceso para estimularse.

Betty Dodson fue pionera en enseñar a las mujeres a masturbarse.

Esta artista y educadora sexual decía que el orgasmo representaba pequeñas y placenteras dosis de libertad para la mujer.

Para ella, la igualdad en el orgasmo era la próxima ola del feminismo, basada en la sexualidad libre y el orgasmo femenino.

Es muy habitual fingir el orgasmo si eres mujer. Rompamos con ello.

Reflexiona sobre ello y pregúntate:

  • ¿Cuántas veces he fingido un orgasmo?
  • ¿Con qué finalidad lo he hecho?
  • ¿Por qué lo he hecho?

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