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CONTROL, EXIGENCIA Y SEXUALIDAD

  • ¿Qué papel juegan el control y la exigencia en tu sexualidad?
  • ¿Te consideras una persona a la que le gusta tenerlo todo bajo control?
  • ¿Eres exigente contigo misma?

Querer tener las cosas bajo control, puede venir determinado por el miedo al fracaso o miedo a la incertidumbre, la raíz está en la inseguridad.

Cuando los problemas en nuestro día a día, nos acaparan y su gestión, debido a la falta herramientas, nos dificulta hacerles frente, es cuando aumenta nuestro nivel de sufrimiento.

¿Cómo evitamos este sufrimiento? Intentando controla el entorno, nuestras emociones y reacciones.

¿PERO QUÉ SUCEDE EN UNA RELACIÓN SEXUAL, DONDE ES IMPOSIBLE CONTROLAR TODAS LAS VARIABLES?

Ciertamente, cuando nos encontramos con una situación en la cual hay una imposibilidad para controlar todas las variables, como puede ser una relación sexual, nuestra ansiedad aumenta exponencialmente.

En una situación donde supuestamente deberíamos estar relajadas y entregadas al placer, nos tensamos y al final experimentamos de todo menos el deseado placer.

Hemos sido educados para buscar nuestra seguridad, lo que denominamos zona de confort. Buscamos seguridad en la pareja, en el trabajo, en los hijos… No nos han preparado para los cambios como el desempleo, la ruptura de la pareja, ni mucho menos para los problemas en el área sexual.

¿ENTONCES NO DEBEMOS PLANIFICAR, PREPARAR …?

Evidentemente planificar, prepararse, ser precavidas… no es que esté mal. El problema se produce cuando tenerlo todo bajo control se lleva al extremo. Es cuando tendemos a ser intolerantes a los errores que podamos cometer, lo que conlleva a instalarnos en la frustración.

Este es un caso de mi consulta

Una paciente quedó con su amante varias veces y la última tuvieron relaciones sexuales, bastante insatisfactoria para los dos.

Ella durante el día no paraba de darle vueltas al hecho de que quizá no estuviera a la altura en esa relación sexual “pensará que soy una mosquita muerta”. ¿Qué le preocupa? Que su amante no quedara satisfecho y por ende la dejase.

Su falta de control ante lo que podía pasar, le provocaba una creciente ansiedad. Cuando llego el momento no pudo relajarse y abrir las puertas de la intimidad.

¿QUÉ HACER ANTE LA INSEGURIDAD?

No podemos controlar el comportamiento de la otra persona y cuando nos invade la inseguridad, las dudas preguntémonos ¿Qué me gustaría? Y pregúntale a tu amante ¿Qué te gustaría?

No supongas, rompe con esta tendencia, porque al hacerlo, creemos y podrías llegar a jurar que lo que suponemos es cierto.

Es un entrenamiento, busca más información sobre la situación en particular, preguntándote, o quizás buscando que es lo que verdaderamente quieres, dejando de mentirte a ti misma. Empodérate.

TU CUERPO, TU PLACER

El objetivo del sexo ha de ser el placer, una actividad placentera y liberadora, que conecta con lo más intimo de nuestro ser y de tu pareja.

Sin embargo, ya habrás comprobado que no siempre es así, ya sea por dolor, o por falta de orgasmos, o por otro motivo. Tendemos a considerar, erróneamente, que la actividad más común sexual entre todos sea el coito, cuando el sexo es mucho más que solo penetración.

Cada una, hemos sido educadas bajo una cultura concreta y de una forma distinta.

Estos elementos nos han condicionado a la hora de vivir nuestra sexualidad de una forma libre y, sobre todo, cuando sucede alguna dificultad (como puede ser el vaginismo u otras patologías) la vivimos con miedo y vergüenza.

Rompamos estas condiciones, rompamos el silencio, los estigmas y prejuicios.

¿SABÍAS QUE LAS PRÁCTICAS MASTURBATORIAS YA SE CONSIDERARÍAN RELACIONES SEXUALES?

Tenerlo en cuenta produce una gran liberación, hemos de posicionar la penetración en un segundo plano, ya no es el centro de una relación sexual, abrámonos a un gran abanico de otras prácticas muy placenteras.

Primer paso; conocer nuestro cuerpo, saber cómo funciona y averiguar lo que de verdad nos produce placer.

Pregúntate, sin miedos, ni prejuicios, ¿cómo te gustaría que fueran tus relaciones sexuales?

Hablemos de ello con nuestra pareja para que entienda lo que nos gusta y lo que no.

¿CÓMO PODEMOS DECIR LO QUE NOS GUSTA O LO QUE NO, SI NO PODEMOS SACARLE PARTIDO?

Para poder comunicar nuestros gustos, primero deberemos saberlo por nosotras mismas.

La forma en la que asumes el hecho de ser mujer, la aceptación de tu cuerpo y cómo vives tu sexualidad, está influenciada por los mensajes que recibiste de pequeña. Nuestros padres (o los que nos han criado) son el espejo en el que nos miramos.

Si para ellos el sexo era algo su innombrable, un fantasma ¿cómo crees que eso te habrá influenciado en ti?

El objetivo es poder vivir nuestro sexo de acuerdo con nuestros propios deseos y sentimientos, y no con las normas que nos imponen desde fuera (sociedad, amigos, publicidad, novelas románticas…).

REFLEXIONA SOBRE CÓMO VIVES TU SEXUALIDAD

Te animo a que tomes un momento para contestar estas preguntas. El objetivo es ayudarte a reflexionar sobre cómo vives tu sexualidad. Intenta responder sin pensar demasiado, así te liberarás de que te justifiques o busques excusas.

Una vez hayas respondido, ya podrás reflexionar sobre tus respuestas.

  • ¿En niñez que clases de mensajes recibiste sobre tu cuerpo y tu sexualidad?
  • ¿Qué sientes actualmente respecto a tu cuerpo y a tu sexualidad?
  • ¿Te consideras una persona sexualmente informada? ¿Tienes opiniones propias o son creencias aprendidas?
  • ¿Sabes masturbarte?
  • ¿Cómo es tu vida sexual? ¿Te comportas como quieres o como se espera de ti?
  • ¿Qué haces para mejorarla?
  • ¿Te has acostado con un hombre sin desearlo?
  • ¿Qué nota le darías a tu vida sexual y por qué?

El autoconocimiento es el primer paso para sentirte segura en tus elecciones, relaciones y evidentemente con tu sexualidad.

 

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